miércoles, 5 de agosto de 2009


Práctica: Seis pasos necesarios para comenzar la meditación

Esta técnica es un proceso de autodescubrimiento, que nos dará la posibilidad de enfrentar nuestras experiencias (enfermedades, problemas, dudas, insatisfacciones, etc.), dependiendo únicamente de nuestra realidad interior. Es decir, nos capacita para comprender y dejar la dependencia exterior, permitiéndonos ser verdaderamente libres. Tiene más de 25 siglos. Millones de personas han sido bendecidas por su resultado.

Como he mencionado anteriormente, está abierta a todas las personas, sin importar sus ideas religiosas, filosóficas o de cualquier índole, ya que es un método científico, que no se contrapone ni contradice absolutamente con nada ni con nadie. Sólo requiere la apertura de corazón y mente, para poder tener su oportunidad.

Para comenzar la meditación debemos:

1º- Encontrar un lugar tranquilo en el que podamos repetir la práctica. Ésta será diariamente. Con el paso del tiempo lo podremos hacer en cualquier lugar, incluso mientras estemos en movimiento, ya que nuestro estado de Atención y Concentración tenderá a estabilizarse, nunca igual, dado el permanente cambio (impermanencia), del que somos parte.

2º- El tiempo que le dedicaremos será, al principio, de 15 a 20 minutos al despertar y antes de dormir. Esto empezará a alinear nuestra mente para enfrentar el día, y para tranquilizarla antes de dormir.

3º- Adoptaremos una posición cómoda. Sentados en el suelo, en una silla o incluso acostados. Más adelante empezaremos a perfeccionar la postura. Lo importante es que la incomodidad no se transforme en obstáculo para la práctica.

4º- Es importante tratar de mantener el silencio, (noble como lo llaman los orientales), del cual hablaremos más adelante, después de cada práctica, la mayor cantidad tiempo posible, sin que altere nuestra vida.

5º- Realizaremos la práctica con los ojos cerrados. Con el tiempo implementaremos otras con los ojos abiertos.

6º- Debemos encarar la práctica con "ecuanimidad". Esta palabra y su significado serán de mucha importancia en nuestra vida. Un ejemplo ilustrativo de lo que es, lo apreciamos en la montaña: puede llover, nevar, correr viento, hacer calor o frío, y permanece en el lugar. No inalterable, ya que al igual que nosotros esta sujeta a cambios, pero si en su lugar, con la firmeza que la naturaleza le dio.

En nuestra práctica y en nuestra vida vamos a encontrar momentos (y muchos) en que las dudas, el cansancio o la intranquilidad nos dificulten.

Permanecer en el lugar. ¡Pues no importa!, también es parte de nuestra naturaleza, y también está sujeta a cambios; y precisamente lo que haremos, es aceptar lo que sea necesario. Esto debe ser con tranquilidad, con alegría (gozo), al comprender que es un camino con cosas agradables y desagradables, sin expectativas de que sucedan o no las cosas que esperamos, es decir, sin deseos ni rechazos. Tal como viene lo aceptamos; nuestra conciencia, al ir eliminando impurezas, conseguirá los triunfos, aceptará y cambiará cuando pueda.

Encontrarás en lo escrito hasta ahora, y en lo que vendrá, palabras que se repiten (deseo, aversión, sabiduría, cambio, ecuanimidad, atención, concentración, apego, y más); no son errores de redacción, deliberadamente los usamos por el significado y la importancia que tienen en la explicación y en la comprensión de este arte. Nada fácil por cierto, dado los condicionamientos que cargamos en la existencia.

La primera práctica, que será una constante en la vida, ya que mientras recorramos éste camino recurriremos a ella para tranquilizarnos, será
La Respiración. Es importante que antes de empezar las prácticas, termines de leer ésta, donde conocerás su fundamento.

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