viernes, 31 de julio de 2009



LOS MANDALAS

Profesora
María Cristina Grillo


EL CÍRCULO
Llevo mi pensamiento varios años hacia atrás y me veo preguntándome por qué la mayoría de mis pinturas y esculturas son esferas o círculos, con distintas significaciones.
Empiezo a ver la luz a mediados del año 93 cuando comienzo a investigar sobre el origen del círculo.
De aquí parto, de mis trabajos en la búsqueda de mi Ser mejor, en una sucesión de imágenes interiores vividas en forma individual y grupal en distintos momentos de estos últimos años y que comenzaron con el mandala de agua, "El Vaso" cuando nos abrazamos con un grupo de compañeros, después de una meditación a orillas del río que corre mansamente cruzando Sargadelos, un pueblito perdido en Galicia España.
La necesidad de expresarme por medio del círculo me lleva a distintas lecturas sobre su significado, dice Campbell: "El circulo es una de las imágenes primordiales de la humanidad, podemos decir que es el yo."
El mundo es un círculo, un campamento se hace en un círculo, los nidos de los pájaros son circulares, el horizonte en la lejanía es un círculo.
El círculo ha sido muy importante desde tiempos remotos. De los sumerios se ha heredado, el círculo con los cuatro puntos cardinales y los trescientos sesenta grados.
Representa la totalidad, todo lo que esta adentro de él es una sola cosa, ese sería su aspecto espacial. El aspecto temporal del círculo es aquel que cuando uno lo abandona para ir a algún sitio vuelve otra vez a él, está en él.
También es una totalidad completa en tiempo y espacio. Sin comienzo y sin final.
Dice Cambell..."gira, gira y gira. Piensa en el año, viene noviembre, después diciembre y otra vez Navidad. No solo vuelve el mes, sino también el ciclo lunar, el día y la noche... Experimentamos lo circular continuamente"
El círculo, dice Jung, expresa la totalidad de la psique en todos sus aspectos, incluida la relación entre el hombre y la naturaleza, el símbolo del círculo aparece en el primitivo culto solar, en la religión moderna, en mitos y sueños; en dibujar mandalas...
¿ Qué es un mandala? La respuesta a esta pregunta me abrió un camino que estoy transitando en un permanente descubrimiento, en un contacto con un arte diferente.
Lo primero que internalizo es que las figuras que se dibujan en un mandala no vienen del exterior sino que son proyectadas desde el intelecto; en esto coinciden Tucci con Coomaraswamy cuando este último dice que el arte es una virtud intelectual.
Dibujar un mandala implica un rito, no es simple hacerlo, es un acto mágico o ritual de perfección. Es proyección de ideas arquetípicas.
Aprendí que un pintor del Tibet o de la India cuando dibuja un mandala no es llevado por su fantasía, sigue una tradición precisa que lo lleva a representar de esta manera especial el drama mismo de su alma. Dice Tucci "No pinta las imágenes frías de un texto iconográfico sino que vuelca los fantasmas de su yo profundo y así los conoce y de ese modo se libera convirtiéndose en un diagrama sereno que le abre el secreto de las cosas y el secreto de sí mismo. Ese enlace de imágenes y su simétrica disposición, ese alternarse de figuras plácidas y amenazadoras, es el libro abierto del mundo y del espíritu. Donde antes reinaba la noche, se hizo la luz."
Volviendo a mi primer mandala de figuras abstractas, rescato de algún texto que ahora no recuerdo cual es, que los mandalas dibujados con figuras geométricas se llaman yantras.
Estos yantras tienen dos triángulos uno con la punta hacia arriba y el otro con la punta hacia abajo, uno sobre otro, yuxtapuestos, como la estrella de David ,también como el Yin y el Yan. Es la unión de los opuestos que nos lleva a la plenitud y es meta de todas las religiones.
Otras definiciones de mandala que fui atesorando a lo largo de diferentes lecturas y que considero significativas son las siguientes:
Ronda de energía. Círculo mágico que lleva al encuentro con uno mismo en un intento de ser mejor. Viaje desde y hacia el centro, hacia el encuentro con el Ser. Viaje de la humanidad Búsqueda del uno. El universo entero en su esquema esencial. Un psicosmograma. La desintegración de lo uno en lo múltiple y la reintegración de lo múltiple en el todo. Desde el hombre que pone en el centro de sí mismo el principio de la propia vida, la semilla divina, la luz que brilla dentro de él y que se expande y se propaga y desarrolla entorno de ella. Es guía de salvación. Suscita el conocimiento liberador.En general representan el cosmos en relación con las potencias divinas. El círculo significa iluminación y la perfección humana para la doctrina Zen. En el arte cristiano aparecen las rosetas, generalmente en vitraux permitiendo el pasaje de la luz y que son representaciones del "sí mismo". Es un mandala la rosa blanca revelada al Dante. Los halos de los santos católicos, la representación iconográfica de Cristo y los cuatro apóstoles. En el arte neolítico son mandalas las "ruedas solares".
Dice Jung que esta representación del aspecto externo de la figura es realmente una imagen arquetípica que este antiguo hombre plasmó fielmente.
En arquitectura muchas ciudades, templos y algunos edificios han sido construidos con su planta en mandala. Roma, en la antigüedad, Washington o La Plata, con su templo en el medio o la plaza mayor o como Jerusalén pero sin el templo en el medio ya que es la ciudad de Dios. Muchas iglesias que tienen su planta en cruz griega con el altar en el medio son mandalas. Roma es ejemplo de mandala cuadrado circular, problema que preocupó a los griegos y desempeña un papel tan importante en la alquimia (la cuadratura del círculo). Roma cuadrada para algunos y circular para otros es en realidad en sus dos formas presentes a la vez un verdadero mandala, los etruscos dieron este plano a Rómulo y Remo en la misma forma que en los misterios "un rito secreto".
En este plano como en otros del medioevo la ciudad era cruzada por dos diagonales que pasaban por su centro y salían de las puntas del cuadrado, donde se abrían las puertas de la misma. Todo edificio sagrado o no con planta de mandala es la proyección de una imagen arquetípica que surge del inconsciente humano al exterior.
" Al hacer un mandala por ti mismo, dibujas un círculo y después piensas en los diferentes sistemas de impulsos y de valores que hay en tu vida. Posteriormente los compones y tratas de descubrir dónde está tu centro. Hacer un mandala es realizar una disciplina tratando de reunir todos los aspectos dispersos de tu vida, para hallar un centro y ordenarte con relación a él. Tratas de coordinar tu círculo con el círculo universal." Joseph Campbell
El ingreso al mandala es el término de un largo y paciente aprendizaje y la prueba de la madurez espiritual

http://www.educarjuntos.com.ar/archivos/ELMANDALA.doc

domingo, 19 de julio de 2009

Màs sobre mandalas....


Un cuento tibetano nos relata la historia de un león sediento que se aproxima a un lago para beber.

Ni bien asoma su cabeza sobre el agua ve su figura reflejada y cree que es otro león que lo amenaza.

Vuelve varias veces al lago devorado por la sed y casi sin fuerzas se encamina hacia la otra orilla.

Sin embargo, la figura del león desafiante sigue apareciendo sobre la superficie; entonces, furioso lanza un fuerte rugido para tratar de ahuyentar a su enemigo, pero se da cuenta que el otro hace lo mismo.

Al borde de sus fuerzas y sin poder contener más su sed toma la decisión de arrojarse al lago, hundiéndose sin remedio en el fondo atrapado por el agua.

Este breve relato nos muestra que la mayoría de las decisiones del hombre son automáticas, simples reacciones reflejas que ha aprendido; decisiones circunstanciales que aplica cuando lo acosan las apariencias, llevándose por la influencia de su ego y sin tener en cuenta su verdadero si mismo.

Las decisiones que tienen como centro de referencia al Ser requieren de un aprendizaje porque están fuera de las reglas convencionales y responden a una profunda comprensión del sentido real de la existencia.

El león es como cada uno de nosotros que también miramos sin ver, y oímos sin escuchar, y que víctima de nuestras construcciones mentales somos devorados por lo esencial que permanece escondido detrás de tantas máscaras falsas que creemos verdaderas.

En Occidente el pensamiento es una forma más de manipular la naturaleza con afán de dominio, mientras en Oriente el ego tiene que desaparecer para lograr la iluminación y adquirir sabiduría; mientras el Universo es un todo en el cual el hombre es parte.

Tanto Freud como Jung se han servido del pensamiento oriental para vislumbrar alguna claridad en los procesos de la psique.

Freud concibió el Nirvana como una instancia psíquica de fusión con la totalidad, sin deseo, sin pensamiento, sin tiempo.

Jung descubre el símbolo fundamental de las tradiciones espirituales orientales, los mandalas que se enlazan con los dos grandes elementos de la psicología junguiana, el principio de sincronicidad y el principio de individuación.

Jung utilizó los mandalas para investigar las estructuras arquetípicas de la psique humana.

Según este autor, la conducta humana se organiza sobre la base de dos estructuras fundamentales de la conciencia: la individual y la colectiva; siendo la primera aprendida y la segunda transmitida de generación en generación.

Los mandalas son producciones espontáneas de la mente humana, es el inconsciente espiritual común de la humanidad.

Estar centrado nos remite a la función simbólica del mandala. Este símbolo se fundamenta en la capacidad ordenadora del círculo, que a partir de un punto central se organiza estructurando la multiplicidad de los elementos que parecen irreconciliables.

Estos mandalas representan la contradicción entre el Ser y el Ego y por medio de ellos la persona logra la visión de sí mismo que le permite integrar la escisión de su personalidad.

El movimiento circular desde el punto de vista simbólico, es considerado perfecto, porque todo en el universo es circular y a partir de lo uno indiviso e indiferenciado y mediante el movimiento circular, ese uno se divide en los sucesivos pares de opuestos.

Quien aún no haya despertado y vive aún en la ignorancia, no podrá darse cuenta de la relación recíproca de los opuestos. La conciencia debe desligarse de todo aquello que la somete a la dualidad aparente para poder percibir lo esencial.

Esta operación permite que la conciencia se vacíe y a la vez se colme de contenidos, transitando del movimiento hacia el no movimiento, del hacer al no hacer.

De esta manera la ley de la vida rige a la conciencia y ya no le impone la conciencia su ley a la vida.

El hombre regresa a la fuente de donde proviene y en ese estado de naturaleza se identifica con todas las cosas.

Esta participación mística describe la sincronía ser-naturaleza que el hombre ha perdido.