viernes, 28 de agosto de 2009


Meditación en la Luz...
Escrito por Claudio María Domínguez




Indicaciones para su práctica



Siéntate con la columna erguida, los ojos cerrados, y comienza a respirar lenta y profundamente por la nariz, enviando el aire a la parte baja de los pulmones. Siente en su abdomen el movimiento del aire.

Piensa en cada parte de su cuerpo, una a una, y vaya relajándolas conscientemente comenzando por los pies hasta llegar a la cabeza.

Luego, concéntrate en el punto que se encuentra entre tus ojos, el entrecejo, y allí visualiza una luz. Si no logras visualizar la luz facilmente, puedes ayudarte con una vela. Mira fijamente la luz de la vela encendida, y luego al cerrar los ojos, la imagen de la luz quedará allí.

Comienza por llevar esta luz hacia el centro de tu cabeza, ilumina tu mente para que tus pensamientos sean siempre puros y bellos.

Lleva la luz hacia tus oídos para siempre escuchar lo bueno, luego llévala a tus ojos y piensa en ver siempre solo lo bueno en las personas, en las situaciones, en la vida.

Lleva ahora esta luz a tu boca, para que todas las palabras que de ella salgan sean siempre sagradas y puras, piensa en que nunca una palabra tuya dañará o hará sentir mal a otro.

Luego lleva la luz a tu nariz, respira profundo, siente que inhalas luz, tus pulmones se llenan de luz, y que de ahora en más cada vez que respires, vas a purificar y sanar tu cuerpo.

Llena toda tu cabeza de luz, cada parte, por dentro y por fuera, y luego comienza a bajar hacia el cuello, llena el cuello y hombros de luz, siente como se relajan aún más.

Continúa bajando esta luz por los brazos y manos. Visualízalos llenos de luz y pide que todo lo que hagan tus manos sea para servir a los demás, que nunca dañen, sino que ayuden.

Lleva la luz ahora hacia las piernas y pies, y visualízalos llenos de luz, y pide que siempre te lleven donde te necesiten, donde puedas servir.

Trae ahora la luz a tu abdomen, y visualiza cada órgano que allí se encuentra, lleno de luz. Una luz sanadora y purificadora.

Por ultimo, lleva la luz al centro del pecho y llena de luz tu corazón, que al llenarse de luz, se llena de más y más amor. Y comienza a expandir este amor desde el corazón, a tus seres queridos, visualízalos llenos de luz, y envíales todo el amor.

Luego llena de luz toda tu casa y luego a toda la ciudad. Visualiza todo el país lleno de luz, y luego todo el mundo como una gran bola de luz.

Por último visualiza todo el Universo lleno de luz, siéntete parte de él, ya no hay diferencia entre tu y el Universo entero, Todo es luz, todo es Amor, Todo es Uno.

miércoles, 5 de agosto de 2009


Práctica: Seis pasos necesarios para comenzar la meditación

Esta técnica es un proceso de autodescubrimiento, que nos dará la posibilidad de enfrentar nuestras experiencias (enfermedades, problemas, dudas, insatisfacciones, etc.), dependiendo únicamente de nuestra realidad interior. Es decir, nos capacita para comprender y dejar la dependencia exterior, permitiéndonos ser verdaderamente libres. Tiene más de 25 siglos. Millones de personas han sido bendecidas por su resultado.

Como he mencionado anteriormente, está abierta a todas las personas, sin importar sus ideas religiosas, filosóficas o de cualquier índole, ya que es un método científico, que no se contrapone ni contradice absolutamente con nada ni con nadie. Sólo requiere la apertura de corazón y mente, para poder tener su oportunidad.

Para comenzar la meditación debemos:

1º- Encontrar un lugar tranquilo en el que podamos repetir la práctica. Ésta será diariamente. Con el paso del tiempo lo podremos hacer en cualquier lugar, incluso mientras estemos en movimiento, ya que nuestro estado de Atención y Concentración tenderá a estabilizarse, nunca igual, dado el permanente cambio (impermanencia), del que somos parte.

2º- El tiempo que le dedicaremos será, al principio, de 15 a 20 minutos al despertar y antes de dormir. Esto empezará a alinear nuestra mente para enfrentar el día, y para tranquilizarla antes de dormir.

3º- Adoptaremos una posición cómoda. Sentados en el suelo, en una silla o incluso acostados. Más adelante empezaremos a perfeccionar la postura. Lo importante es que la incomodidad no se transforme en obstáculo para la práctica.

4º- Es importante tratar de mantener el silencio, (noble como lo llaman los orientales), del cual hablaremos más adelante, después de cada práctica, la mayor cantidad tiempo posible, sin que altere nuestra vida.

5º- Realizaremos la práctica con los ojos cerrados. Con el tiempo implementaremos otras con los ojos abiertos.

6º- Debemos encarar la práctica con "ecuanimidad". Esta palabra y su significado serán de mucha importancia en nuestra vida. Un ejemplo ilustrativo de lo que es, lo apreciamos en la montaña: puede llover, nevar, correr viento, hacer calor o frío, y permanece en el lugar. No inalterable, ya que al igual que nosotros esta sujeta a cambios, pero si en su lugar, con la firmeza que la naturaleza le dio.

En nuestra práctica y en nuestra vida vamos a encontrar momentos (y muchos) en que las dudas, el cansancio o la intranquilidad nos dificulten.

Permanecer en el lugar. ¡Pues no importa!, también es parte de nuestra naturaleza, y también está sujeta a cambios; y precisamente lo que haremos, es aceptar lo que sea necesario. Esto debe ser con tranquilidad, con alegría (gozo), al comprender que es un camino con cosas agradables y desagradables, sin expectativas de que sucedan o no las cosas que esperamos, es decir, sin deseos ni rechazos. Tal como viene lo aceptamos; nuestra conciencia, al ir eliminando impurezas, conseguirá los triunfos, aceptará y cambiará cuando pueda.

Encontrarás en lo escrito hasta ahora, y en lo que vendrá, palabras que se repiten (deseo, aversión, sabiduría, cambio, ecuanimidad, atención, concentración, apego, y más); no son errores de redacción, deliberadamente los usamos por el significado y la importancia que tienen en la explicación y en la comprensión de este arte. Nada fácil por cierto, dado los condicionamientos que cargamos en la existencia.

La primera práctica, que será una constante en la vida, ya que mientras recorramos éste camino recurriremos a ella para tranquilizarnos, será
La Respiración. Es importante que antes de empezar las prácticas, termines de leer ésta, donde conocerás su fundamento.