domingo, 25 de enero de 2009

Taller de Mandalas y autodescubrimiento


A partir de Marzo, y durante tres meses realizaremos el taller denominado "Mandalas y autodescubrimiento", en cada encuentro semanal trabajaremos una temática distinta, realizaremos una meditación y relajación dirigida, pintaremos Mandalas, y trabajaremos el autodescubrimiento.
Los temas a abordar en cada encuentro son:

Descubriéndose a si mismo
Conciencia de los sentidos
Sentimientos y emociones
Retroalimentación
Interés y motivación personal
Valores y reconocimiento
Necesidades y satisfacciones
Colaboración y competencia
Autoestima
Trabajo en grupo
Legitimando pensamientos
Planeando la vida


Seran Doce encuentros semanales
Duración: 90 min.
Coffe Break
Entrega certificado final
Carpeta de trabajos
Valor mensual: $120 con material incluido

Para informes e inscripción:
seminariosygrupos@gmail.com
seminariosygrupos@yahoo.com.ar

Como sostiene la Lic. Laura Podio

El Mandala: Un puente para armonizar la salud
Las imágenes visuales tienen tal inmediatez que son una herramienta invalorable para la curación.
La tradición hindú sostiene que debemos alimentarnos saludablemente, considerando como alimento a todo aquello que ingresa a través de los sentidos; por lo tanto, es importante observar atentamente con que imágenes “nos alimentamos”.
Los Mandalas, además de ser en general figuras estéticamente muy bellas, tienen la particularidad de ser armónicas y dar una sensación de completitud.
El círculo nos remite a una simbología inconsciente de origen, de protección y de integridad.
El centro hace que pongamos atención a nuestro propio centro.
La imagen hace que nuestro propio interior se vaya ordenando.
Es un arquetipo unificador, un organizador del caos.
A menudo me preguntan como es que actúan los Mandalas en la mente, si es necesario pintarlos o simplemente podemos observarlos.
La respuesta es que actúan en ambos casos; la única diferencia estribara en el mayor o menor placer que cada opción genere. Ciertas personas se sienten inhibidas, incomodas o simplemente impacientes a la hora de ponerse a dibujar o pintar; pues bien, para ellos bastara con observar las imágenes, “sumergirse” en la forma y el color, y las sensaciones que estas provocan.
Las imágenes y el color generan estímulos y sensaciones que producen diferentes respuestas neuroquìmicas a nivel cerebral, que pueden darnos, entreoíros, dos mensajes básicos: endorfinas o adrenalina. En el primer caso sentiremos placer, relajación y bienestar, como un baño saludable para todo nuestro sistema cuerpo-mente. En el segundo caso la respuesta es el displacer y la huida, generando estrés en todo nuestro sistema psico-físico.
El arte, para quien sienta afinidad por el, puede ser un compromiso diario con su ser interno; poder iluminar con colores nuestro pequeño Mandala diario hará que comencemos a observar nuestra propia integridad, nuestros diferentes estados de animo, y las elecciones de forma o color. Esa sola observación, esos minutos que estemos concentrados dentro de una figura circular o cuadradaza con un centro, posibilitan despertar a nuestro sonador interno, abriéndonos a otras imágenes, y ¿quién lo sabe¿, tal vez descubramos a un artista escondido dentro de nosotros permitiéndole manifestarse.
Podemos expresarnos por todos los medios posibles, para conocernos y vincularnos mejor.
La vorágine diaria en la que vivimos puede ser en parte neutralizada a través de nuestro vínculo con el arte como un ritual sanador, en nuestro santuario personal.

Disfrutemos y dejemos que nuestra fantasía pueda desarrollarse. Seremos los primeros beneficiados.
La palabra Mandala significa círculo en Sánscrito.
Es una forma simbólica y organizada alrededor de un centro utilizado por maestros espirituales para la meditación desde la antigüedad.
Los Mandalas se presentan en la naturaleza también: células, frutas, moléculas de agua, los ojos, etc.
Se reconocen Mandalas en la India, en América (en trabajos de pueblos originarios), en la catedrales cristianas, mezquitas, laberintos, templos budistas, en calendarios mayas, vitrales…
Es una arte milenario que beneficia la integración con uno mismo y con el universo. Potenciar la creatividad a partir del trabajo con Mandalas ayuda a encontrar el propio equilibrio y a autoconocerse.
La finalidad de focalizarnos en el centro del Mandala y permitir que fluya la creación y el autocentramiento teniendo en cuenta que frente a esta posibilidad de armonía se haya nuestro crecimiento.
Permitirse pintar Mandalas, permitirse elegir sus colores, es permitirnos estar en contacto con nosotros mismos y equilibrarnos.